El municipio de El Tanque, situado en el noroeste de Tenerife, es considerado una joya ecoturística que actúa como un puente entre el macizo de Teno y las cumbres de la isla. Su geología volcánica ha dejado una huella visible en el paisaje, donde los habitantes han aprendido a convivir con el volcán, transformando la tierra en un espacio fértil para la agricultura cerealista, cultivando trigo, cebada y centeno. Las condiciones climáticas, influenciadas por el alisio, permiten que las nubes humedezcan el suelo, favoreciendo el crecimiento de cultivos en las huertas de secano.
El Tanque también se caracteriza por sus zonas forestales, que incluyen pinares canarios y monte verde, que han sobrevivido desde antes de la llegada de los primeros pobladores. Este entorno natural ha sido moldeado por la sabiduría campesina, creando paisajes agrarios únicos que se adaptan a la orografía del lugar, con huertas, fuentes, canales y edificaciones construidas con materiales locales de origen volcánico.